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"La única manera de salvar una especie silvestre es, paradójicamente, cultivarla"

José Ignacio Cubero Salmerón

Catedrático emérito de la Universidad de Córdoba. Premio Nacional de Genética 2012
 

29/01/2015

1.- ¿En qué consiste la mejora genética en plantas?

En la obtención de nuevas variedades y razas, vegetales en el caso de las plantas, pero lo mismo se puede decir de los animales, útiles para el hombre por medio de las técnicas fruto de la investigación en particular en Genética, pero también en otras disciplinas como la Estadística, la Bioquímica, etc. Las técnicas básicas son la selección, el cruzamiento y la ingeniería genética.

2.- ¿Nos podría explicar brevemente cuál es el foco de su investigación?

Mejor habría que decir "ha sido", aunque aún he seguido dirigiendo tesis doctorales y participando en proyectos de investigación. Nuestro trabajo, pues no cabe en la ciencia moderna el trabajo en solitario, se enfocó al estudio de la genética y su aplicación en mejora de leguminosas y cereales importantes en la agricultura mediterránea y en la andaluza en particular. Mi aportación personal ha estado más con las primeras que con los segundos. También hemos contribuido al estudio genético de la rosa.

3.- ¿Cómo ve la investigación en mejora genética en España con respecto al resto de países? ¿En qué áreas somos más fuertes?

José Ignacio Cubero Salmerón

Es un campo activo que cuenta con buenos departamentos en organismos públicos y con una excelente conexión con empresas privadas. Hoy se está bien preparado incluso en biotecnología, es más, si puedo señalar un defecto es la mayor atracción de ésta por su posibilidad de trabajar exclusivamente en laboratorio en detrimento de los estudios que requieren campo, siempre sujetos a las inclemencias del tiempo. Activo pero incompleto. Es cierto que no se puede abarcar todo pero, plantas siempre importantes en el mundo y en España como la cebada, creo que hoy ya no tienen a nadie trabajando en mejora, es decir, para su uso por el agricultor (es posible que en laboratorio sí, pero lo dudo), a pesar de haber contado con excelentes investigadores hasta su jubilación... sin reposición. Lo mismo ha sucedido, sucede y, lamentablemente, sucederá con otras muchas plantas. No es por falta de personal investigador, estupendamente preparado en cualquier área de la mejora, sino por falta de una política agraria. No por falta de una buena política agraria sino, repito, por falta de política agraria.

4.- ¿Qué plantas son clave para la alimentación mundial?

No hay, lamentablemente, más que diez o doce a la cabeza trigo, arroz, maíz (el orden varía según cómo se compute, pero muy cercanos los tres), cebada, patata, centeno, avena, sorgo, soja (como oleaginosa en especial), algodón (asimismo como oleaginosa)... Hay un exceso de cultivos productores de hidratos de carbono y grasas (que son lo mismo para la alimentación: energía) y una carencia casi absoluta de proteínas (que van a la estructura) vegetales.

5.- Al mejorar genéticamente las plantas estamos pensando en la alimentación humana, pero ¿qué pasa con el resto de animales e insectos?

Si la pregunta se refiere a su alimentación, la ganadería y los insectos 'asimilados' como el gusano de seda (pongamos también otros animales como los caracoles) están abastecidos de productos vegetales procedentes de la mejora vegetal. Si se refiere a si animales se mejoran, pues evidentemente sí: ninguna raza de las que nos alimentamos o vestimos es 'salvaje'; incluyan el gusano de seda, los caracoles ('de restaurante'), hasta las abejas al menos en los países melíferos. Con los peces se ha empezado recientemente, pero en un par de generaciones (humanas, claro) hablaremos de ellos como del vacuno; ya sucede con ostras y otras cosas.

6.- En un entorno de crisis energética y de recursos naturales, ¿qué papel debe jugar la mejora genética de cultivos?

Vamos a ver; si se trata de biocombustibles, habrá que domesticar (es el término técnico: el paso de silvestre a cultivada, o de salvaje a criado en el caso de los animales) nuevas especies productoras de las moléculas necesarias; el hombre primitivo, hace diez mil años, tardó bastante tiempo, hoy se conseguiría pronto, pero hay que querer hacerlo. Por otra parte, las variedades actuales son cada vez más eficientes en el uso del agua y de la energía que se les suministra, más resistentes a plagas y enfermedades (y lo serían más si dejaran tranquila a la biotecnología) y esas son líneas actuales de trabajo: el agua necesaria para obtener una tonelada de maíz es ahora la tercera parte que hace treinta años, sin más técnicas que el cruzamiento y la selección (sea, sin "transgénicos"). Y en cuanto a los recursos naturales, la única manera de salvar una especie silvestre es, paradójicamente, cultivarla; hoy en día nadie va buscando trigo ni arroz silvestres para comer, pero los madereros si van a por la caoba, la cortan en el bosque y listo; si se cultivara, y a para ello necesita domesticarse, los caobos silvestres estarían tan tranquilos. La salvación de los recursos marinos está en su domesticación: cuando hablemos de razas de dorada, la dorada salvaje estará tranquila en el océano.

7.- Y dentro de la mejora genética, ¿cuál es el papel de la biotecnología?

Es la más novedosa de las técnicas a utilizar en mejora: primero fue la selección, luego (¡tan sólo hace un par de siglos...!) el cruzamiento dirigido, finalmente el manejo directo del ADN que, a diferencia de las dos técnicas anteriores, sólo puede trabajar con muy pocos caracteres, eso sí, con mucha precisión y con caracteres de gran interés.

8.- ¿Por qué piensa que la biotecnología aplicada a la alimentación genera polémica en la sociedad?

Querrá decir en la sociedad europea, muy poquito en otras. Pues los intereses de algunos, la falta de formación biológica, la ausencia de crítica y no saber ver más allá de las propias narices. Se protesta contra, por ejemplo, el maíz transgénico pero no contra la insulina para los diabéticos (por cierto, ni contra la vacuna contra el ébola) que es totalmente transgénica. De modo que un diabético puede estar manifestándose contra los OMG mientras se inyecta (que es más que comérsela) insulina. No existe ni una sola prueba en contra ni en salud ni en el medio ambiente y ya llevamos un cuarto de siglo con transgénicos en el campo. Ah, pero Europa is different: aquí no permitimos que se cultiven nuevas variedades de maíz y soja MG sin pasar por una burocracia tan compleja que eleva el coste de la autorización a unos diez millones de euros por variedad, pero como maíz y soja son esenciales para el pienso del ganado se permite su importación pero no su cultivo. Si alguien lo puede explicar que lo haga, por favor. Pura hipocresía, que es de lo que nos acusan a los europeos: paternalismo propio de estómagos llenos.

9.- ¿Qué opinión le merecen las asociaciones de científicos españoles que se están creando en el extranjero, como la de la Comunidad de Científicos Españoles en Reino Unido?

Me parece una gran idea; la que conozco es gente estupenda que ha decidido unirse en todo lo que pueda sobrevenir en el futuro, y no se piense que sólo para constituir 'grupos de presión' (y si lo hacen también me parecerá magnífico) sino para conocerse y ayudarse en lo humano, cosa que me consta que han hecho los que conozco. Desgraciadamente, muchos de los asociados permanecerán en los países de acogida, bien considerados y encantados de tenerlos, mientras aquí se despilfarran fondos en grupos formados por autofecundación. Pero, como dicen los musulmanes 'Dios es el que más sabe'.

El catedrático José Ignacio Cubero Salmerón participó en el seminario 'Biofactorías: dirigiendo el Poder de la Naturaleza' organizado en noviembre por la Comunidad de Científicos Españoles en el Reino Unido (CERU/SRUK). Este evento es parte del ciclo de seminarios científicos organizado por CERU/SRUK y cuenta con la participación de la Fundación Juan Ramón Areces y la Oficina de Asuntos Culturales y Científicos de la Embajada Española en Londres.



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